domingo, 10 de diciembre de 2017

29. a los ojos






a los ojos




con una fuerza

admirable

hacen y deshacen el mundo

solo al mirar

u omitir



la multitud de las formas

espera esa floración de los ojos

                        -la mirada sagaz-

experta en seguir al ave en su vuelo

o reposar con la roca milenaria

hábil en reconocer la frescura del arroyo

o el insoportable ardor de la arena

bajo el sol



quién sabe si la belleza del mundo

es un regalo para los ojos

o

tal vez

los ojos

son el regalo que esa belleza

del mundo

esperó tan largamente














28. a la luz






a la luz



la riqueza del mundo

no podría cantar

su alborozo

ni la perspicacia del ojo

ejercer su incesante cultivo

de las formas



pero la luz lo permite

y persisten esas deudas





aun la serenidad del espíritu

que abandonó sus miedos

nacidos en la oscuridad

y triunfa sobre ancestrales

fragilidades

debe su regocijo

a la luz

















27. a la montaña






a la montaña



ansiosa se eleva hasta la cumbre

como si buscara una bocanada de aire 

allá

en su límite supremo

la montaña

se acerca firme a esas estrellas

que alguna vez

pudieron ser sus hermanas



siente el caminante

sagrada fatiga

al llegar

y refrena el corazón agitado

porque el premio

en la altura

es esa amplitud de perspectiva

(perdida en azulosa circunferencia)

que su mirada de viajero
no llega a consumir 



el caminante recoge memorables instantes

en cada punto del ascenso

anhela esa libertad final

pero siente también el espanto del exceso

que aguarda allí

donde la cumbre

se opone al valle





26. al camino




al camino



hermano del caminante

dibuja en la fatiga la historia de lo andado

cuánto polvo quedó señalado

en las huellas

resignadas a ese olvido

que llega de la mano del viento

y dando espacio para acercar el horizonte

siempre esquivo

el camino que espera todavía

convoca al descubrimiento

es indicio de paisajes

crisol donde se funden

desconocidas emociones



sí…

el paisaje agradece al camino

por dar vida

a esa contemplación enamorada

del caminante


















25. a la perseverancia






a la perseverancia   

a Alejandra



“… Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo …”

(del escritor argentino Pedro B. Palacios, Almafuerte: 
“¡Piu avanti!”)





perseveran la semilla bajo tierra

esperando la lluvia
                    aún lejana

y el brote escondido en su capullo

confiando en la futura primavera



también el arroyo de montaña

mientras se sueña futuro río

y las nubes

que se agrupan en el cielo

imaginando que serán tormenta



así persevera la vida

y se desnuda de adversidades

siguiendo un mandato

no proferido



sin claudicar












24. a la mano








a la mano



las cosas

son invitación al encuentro

a medio camino del alcance

y la mano

entiende la distancia

antes del contacto



así

múltiples formas descansan

en su plenitud

sin temer el deplorable fracaso

de lo que resta ignoto



una mano elocuente

es amiga del habla



a veces deambula libre

como mariposa embriagada

que prosigue su vuelo

al azar



otras, se mueve

como súbdito silencioso

de la mente

que gobierna cada gesto

y lo consagra irrepetible



en ella

el amor encuentra su aliado